viernes, 28 de diciembre de 2007

El día más corto del año.



Llegadas y bien adentradas las celebraciones navideñas vuelve a haber algo de actividad en el blog, lo que claramente indica que no nos hemos estado aburriendo por esta isla durante las últimas semanas. Celebrar estas fechas es una tradición milenaria intrínseca en la vida de cada hombre que ha habitado este hemisferio, y ahora que somos nosotros los que lo habitamos bien metidos en él tenemos mucho que celebrar con la llegada del solsticio. Hace frío, llueve y los días son muy cortos; pero la esperanza ha llegado dándonos unos minutos más de luz cada día, hasta que la noche vuelva a ser una ligera pausa dentro de seis meses y demos la vuelta al ciclo para ir bajando de nuevo.



Como anécdota, os dejo unas fotos hechas con el móvil en el día más corto del año, una curiosidad astronómica vista desde una isla que si no fuese bañada por la Corriente del Golfo entraría dentro del mundo sub-ártico. Espero que las disfrutéis.

Percance del Xavs


Cosas que pasan. Ibamos por la calle cuando al Xavs se le ocurrió soltar un "God Save the Queen!!" y se lo tomaron a mal. En fin, le recordaremos siempre por el hombre que aprovechó una botella de vino rota en la acera para hacer una foto algo tétrica. Da mal rollo, ¿verdad?

jueves, 22 de noviembre de 2007

El mejor pub de Dublín


Los días van pasando uno tras otro en esta islita y ya en nada hacemos los dos meses en Dublín. Los recuerdos de Madrid flotan entre flashbacks difuminados de escenas veraniegas y contrastan mucho con este noviembre noreuropeo que nos rodea. Aquí los días ya se han vuelto cruelmente cortos y amanece y anochece en el trabajo. Hacemas nuestras vidas entre distintos grados de penumbra, pero las noticias del exterior no nos muestran mucha diferencia más allá de nuestras costas. Noviembre es noviembre, por lo menos en esta mitad del globo. Toda Europa hace su vida bajo abrigos gruesos, cielos grises y paraguas mojados.

Nosotros parece que nos vamos encauzando. La vida del currante ya empieza a ser una rutina y los días se empiezan a parecer mucho unos a otros. Volvemos a despertarnos por las mañanas soñando con la llegada del viernes y a pasar buenos ratos en las horas verpertinas que la vida laboral nos otorga en tiempo y dinero. El hostel se ha vuelto el centro de reunión, pues nos pilla bien a todos y aunque cuando llegamos todos queríamos salir de él cuanto antes la verdad es que en el fondo era una buena vida. Todos los que tenemos casa sentimos una cierta nostalgia hacia él, y al fin y al cabo todos vivimos ahí lo suficiente como para verlo como un viejo hogar. Siempre hay algún recién llegado al que al vida sin comerlo ni beberlo le ha llevado a Dublín sin saber muy bien por qué; mil historias que compartir ocurridas dentro y fuera de Irlanda y muchas risas que hacen las tardes agradables. También el super de al lado en el que se pueden improvisar unas tapas y unas cañas ayuda a amenizar la velada. Al cabo de unas horas ya cada uno empieza a retirarse hacia su morada y en menos de que te des cuenta ya estás levantándote y vistiendote para afrontar un nuevo día.

!Quién iba a decir que el Jacobs Inn iba a ser uno de los mejores pubs de Dublín¡

martes, 13 de noviembre de 2007

Hogar, dulce hogar


Pues resulta que al final he conseguido casita. Es un final de hace 2 ó 3 semanas, pero las ocupaciones no dejan a uno postear a gusto. Vivo al lado de la playita, de una de las estaciones principales de tren, de un parque gigante y precioso y al lado de un barrio con viviendas de protección oficial con todo tipo de junkies, borrachos y knackers. Yo lo llamo mi pequeño Bronx dublinés. Cada tarde volviendo del trabajo me cruzo con lo mejorcito de Irlanda, es una prueba de supervivencia ;-)

Mi casita como veréis recuerda a ciertos cánticos de Monthy Python, así que vivo como en un parque temático. Tengo al lado un supermercado de la marca más snob de la ciudad con cajeras monísimas y uniformadas, reponedores que dejan las estanterías repletas según pillas la más mínima cosa y unos precios peores que el atraco más traumático por parte de alguno de mis vecinos, realizado con total impunidad. En fin, viene muy bien porque abre hasta tarde, así que para artículos puntuales de primera necesidad es genial. Además, si te lo recorres bien siempre hay algo de oferta que merece la pena para salir del paso.

Como una imagen vale más que mil palabras aquí os dejo una novela de más de tres millares de vocablos. "Mi barrio, mi parque y mi calle; por Casio Pentax lenses", se podría titular:












El alquiler me sale bastante barato, está bien comunicada y situada; y no me cuesta nada al bajarme del tren pasarme por un super de buena ética y afín a las penurias del proletariado inmigrante en el que añadir unas cosillas a mi mochila caminito de casita. Poco a poco he conseguido una despensa acojedora con alimentos básicos y alguna golosina. Después de vivir un mes en un hostal he aprendido a valorar a fondo el lujo de tener 4 paredes solo para mí, así que estoy encantadísimo en mi pequeño Bronx.

Mi cuarto como veréis es pequeñito pero muy práctico. Me cabe una cama, un escritorio, un armario y un espíritu creativo sin agobios; así que el dinero y el tiempo de limpieza que me ahorro al vivir en este cubil los puedo invertir en otros menesteres más interesantes. La cocina y el salón están bastante bien y es donde hacemos la mayor parte de la vida social doméstica, así que no tengo problemas. Vivo con una española, una húngara, un holandés y un italiano; así que de vez en cuando podemos juntarnos a arreglar el mundo junto a unas tazas de té.

Esta casita y mis ingresos son mi velero y mi buenaventura mientras exploro esta Irlanda incógnita, así que ya solo queda ir viviendo y escribiendo en este cuaderno de bitácora.

Pa habernos matao!

Esta y muchas locuras similares me encontre en la carretera.

Falta la foto pero despues de cosas como esta estaba la tipica campaña:
XX muertos en estas carreteras este año...
Si ejque se lo buscan !

Mucho tiempo sin postear, y es que esto es como todo, muchas buenas intenciones al principio y luego...

PD: Ya publicare los paisajes que vi en el viaje Limerick, que ahora no tengo tiempo (No, no estoy currando aun! >:/ )

sábado, 10 de noviembre de 2007

Sunday, Bloody Sunday

Un historiador una vez dijo: "No somos más que enanos caminando sobre las huellas de gigantes" ¡Y qué razón tenía el tío! Lo que nos diferencia del hombre paleolítico en esencia no es más que lo que hemos aprendido en los últimos miles de años, pasado de generación en generación, cada una añadiendo su granito de arena para bien o para mal. La magia de todo ello fluye por nuestras palabras, nuestras costumbres, nuestras calles... por todas partes menos en nuestros libros de historia. Nuestros pupilos luego crecen observando su legado en estas páginas y se acaba montando la que se acaba montando. En España ya estamos más que acostumbrados a ver este hecho, pero por supuesto no es el único sitio donde más se ve ni donde más fuerte se da.

En esta isla están todos encantados de su República de Irlanda. Sobre todo les encanta el hecho de ser una república; es su gran estandarte. El IRA que ayudó a separarles de los británicos es el "Irish Republican Army" al fin y al cabo. Sin embargo, de todo lo que política y administrativamente representa la palabra "república" lo que más simbolismo tiene para ellos es el hecho de no estar bajo la soberanía de ninguna reina de alguna isla cercana, sino gobernados por sí mismos. Han elegido ser republicanos porque los británicos son monárquicos, es su manera de ser diferentes, una reacción más que una decisión.

Se podría hablar mucho del asunto y tampoco estoy yo como guiri con mes y medio de experiencia como irlandés como para ponerme a analizar su historia. Sin embargo, lo que sí que puedo hacer es alquilarme un coche en Dublín y pillar la autopista que va a Belfast conduciendo por la izquierda a ver que se cuece por esa parte de Irlanda totalmente traumatizada por el divorcio de sus padres.

Lo de conducir por el lado izquierdo es extraño, pero te acostumbras en poco rato. Los pedales están en el mismo orden que los del continente y la palanca de cambios también. La diferencia es que se cambia con la mano izquierda acompañada de un puñetazo instintivo a la puerta con tu mano derecha. Gajes del oficio. Mientras vayas con más coches por la carretera se va bien, pero en cuento te quedas solo ya no sabes que desvío tomar ni por qué carril hay que meterse. Es una experiencia entretenida, aunque también algo estresante. Creo que nunca me habían pitado tanto en un fin de semana, aunque no sé cuanto puede influir el ir por allí con una matrícula republicana.

Y una vez llegas a Belfast... ¿qué diferencias se notan? Nosotros nos plantamos allí un viernes por la noche de esos en los que Dublín está lleno de vidilla por todos lados y nos encontramos una ciudad fantasma. No había ni un alma por las calles. Todo estaba cuidadísimo, limpio, organizado... con algunos coches y autobuses, y con toda la acera para nosotros. Tuvimos que rebuscar por el centro para poder al menos encontrar a alguien a quien preguntar donde podíamos ir a tomar algo un viernes a las 11 de la noche. Al final lo encontramos, nos tomamos un par de pintas entre un bar casi vacío y una discoteca que cerró a la una y para casa que a la mañana siguiente había que visitar Belfast oeste y la Calzada de los Gigantes.




En Belfast West no hay muro con tanques y soldados británicos, aunque hay rumores de que si los buscas bien los encuentras. Se supone que lo rodea, y si entramos y salimos sin verlo es sospechoso eso de que siga ahí. Los murales católicos de Belfast hablan de Palestina, Cataluña, Euskadi, la política de Bush, la guerra civil española y publicidad sobre taxis. Parece que el capitalismo y la política exterior es lo que se lleva por ahí ahora. Lo que sí se puede mencionar es que encontramos un jardín/monumento dedicado a los martires irlandeses con alguna palabra subida de todo hacia los británicos, donde un tanque de la policía (fanáticos pro-británicos) nos pitó por pararnos a verlo y donde el jardinero nos abrió la puerta encantado de que fuésemos españoles y después algo decepcionado de que no fueramos vascos.





La Calzada de los Gigantes fue una pausa no política en el viaje. Una curiosidad geológica interesante digna de visitar, aunque no dejan de ser unas cuantas piedras en la costa que a ciertas personas pueden resbalarles bastante. Se formaron hace 60 millones de años debido al basalto que bla, bla, bla... Lo que mola es la versión "b" del asunto. Un gigante irlandés la construyó para ir a Escocia a partirle la cara a un gigante escocés (¿igual por ser británico?), pero cuendo llegó y se lo encontró vió que era mucho más grande que él y echó patas de vuelta a Irlanda. El problema fue que el gigante escocés venía detrás, así que tuvo que improvisar un plan rápido: se vistió de bebé y se metió en una cuna haciéndose el dormido. Cuando llegó el escocés sin aliento se encontró a la mujer del gigante irlandés y le pregunto por él, a lo que la mujer le respondió que había salido un momento y que volvería muy pronto, pero que por favor si le esperaba no hiciera mucho ruido que tenía al bebé durmiendo. Cuando el gigante escocés vió el tamaño del bebé se hizo una idea del tamaño que debía tener el padre y se achantó, por lo que se volvió a Escocia y por el caminó destruyó la calzada para que el gigante irlandés no pudiera seguirle. Por eso solo queda esa pequeña parte. Merece la pena verlo.




Por último antes de volvernos paramos en Derry (nombre católico) o Londonderry (nombre protestante). Aquí sí que ya las cosas se pusieron tensas. Barrios divididos, aceras y farolas pintadas según la zona, murales más agresivos y esa clase de cosas. Nos hospedamos en un hostel muy barato que lo llevaba una neozelandesa muy hippie que pasaba de todo. Había unos asturianos que nos encontramos en el hostel de Dublín, en Belfast, en la Calzada y luego en Derry. Resulta que uno de ellos tocaba la gaita asturiana y un irlandés le oyó, por lo que le pidió que tocara en un pub del centro. Fuimos todos para allá a pasar la noche, pub católico con banderas de todo tipo incluyendo la Ikurriña y la republicana nacionalista catalana. Fue una noche divertida tomando pintas con conciertillos. Al día siguiente visitamos la zona católica donde ocurrió el Bloody Sunday; después el centro histórico y por último la zona protestante. La ciudad en sí es bonita y agradable, pero el ambiente de tensión que se cierne por encima te puede carcomer. El odio flota por las calles como la bruma de invierno y se mete en la gente hasta los huesos. Es curioso cuando hablas con ellos y ves que se toman tan en serio algo a lo que nosotros como extranjeros no le vemos ningún sentido. Mientras el mundo busca la convivencia entre "cristianos" y musulmanes aquí se matan entre dos ramas cristianas casi iguales. Supongo que todo tiene que ver con la integridad territorial. Ellos quieren toda su isla, nosotros toda nuestra península y los marroquíes su parte de Africa. Sin embargo, hablando con gente local, ves que lo pasan mal porque es un país pequeño. En el resto de UK son ciudadanos de segunda, en su propia tierra solo son bien recibidos entre la mitad de ellos con los que no están en guerra; y por algún motivo no van a la república del sur. Tienen una idea extraña de que en el sur les han dado la espalda y que no les quieren. Todos somos egocéntricos y creemos que nuestros asuntos son importantísimos. La verdad es que en Dublín la gente va a su rollo, a divertirse, y no le importa a nadie ni la reina ni los ingleses ni nada mas allá de conseguir pasta para unas Guinness y una vida cómoda. Pobres norirlandeses, supongo que han tenido mala suerte. En fin, como el 80% del planeta al fin y al cabo.


De todo esto yo solo saco que nos toca sufrir las consecuencias de nuestra historia. Nuestros platos nacionales vienen de lo que se podía apañar rápido en tiempos de penuria, nuestras costumbres de lo que exigía el clima, nuestro legado de lo que respetaran las guerras; y ya no queda nadie que lo haya vivido para explicárnoslo. Aprendemos de lo que tenemos a mano, y como ni mires y viajes más allá vas a ver muy poco del pastel. Como Platón y su mito de las sombras. No me gustaría nacer, crecer y morir en el norte de Irlanda. De entre todos los sentimientos humanos alrededor de los cuales puedes basar tu existencia, el odio no tiene pinta de ser el correcto.

sábado, 13 de octubre de 2007

I dont want to go to Chelsea


¡Y qué razón tenía Elvis Costello! Se ve que el tío también pasó por Dublín en mitad de un partido Irlanda-Alemania. Todo el mundo pensaba que Chelsea era un barrio de Londres, pero se equivocaban. El Chelsea es un B&B de mala muerte al lado de nuestro hostel en el que hemos acabado unos cuantos durmiendo el viernes (otros aún siguen alí hasta el domingo). No teníamos reserva y el fin de semana nuestro hostel se llena, esta vez de alemanes borrachos que vienen a ver a su selección.

Ahora os estaréis preguntando... ¿cómo es el Chelsea? Pues bien, en algún momento aciago de la historia irlandesa unos slobodans llegaron y decidieron montar un B&B baratito. Hay que admitir que lo consiguieron, pero dando un servicio acorde al precio y a la calidad de gestión slobodan. Cuando reservamos a mitad de semana nos dieron nuestro ticket, un papel infernal escrito a mano mitad en inglés, mitad en polaco de mala manera. Esa clase de primera impresión en que ya sabes que nada bueno se avecina, pero que además te deja totalmente acojonado a la espera de lo que vendrá a tu encuentro. Durante toda la semana el papelito no fue más que cosa de risa, pero ayer ya tocó enfrentarse a la realidad.

Llegamos y hay una polaca que no estaba mal pero que no podía ser más borde la tía. Le enseño mi pedazo de reserva que tengo escrita por su compatriota y la admite sin problemas. Al menos ya se nos quita el susto de que nos hubiesen estafado. Le pregunto por nuestra habitación y me suelta un rollo borde en algún idioma extraño que ella creería que era inglés. A todo esto, en mitad de la parrafada va la slobodan, mete un palmada y se carga una mosca. Al menos tuvo la decencia de no ofrecérnosla. Tras ver que no podría sacar mucha información de ella ya nos decidimos a subir a explorar.

Encontramos nuestra pedazo de habitación 106 y se oye una guitarra dentro. En la puerta no hay picaporte convencional, sino una reliquia seguramente adquirida rebuscando en las ruinas de la Unión Soviética. Consistía en un cerrojo con botones dispuestos verticalmente como los de un acordeón comprado en un todo a cien. De primeras no lo entendimos, pero tras dar un par de golpes a la puerta se paró la música y salió un italiano a abrirnos. El tío tampoco entendía muy bien de que iba el rollo ese del cerrojo, pero entendimos que no teníamos dos habitaciones, sino la 106 para los dos con el código 254 para abrirla. Los botones de acordeón no tienen número, pero supuestamente el de arriba sería el uno. A todo esto piensas, vamos a ver, si me has dado el código de la habitación sin mirarlo en ningún lado el martes es que no lo cambias nunca, por lo que aquí puede entrar todo quisqui. Para eso no pongáis nada y ya está.

Ojeada general a la habitación. El impacto olfativo es inminente, allí hay humanidad. El suelo horrible, las paredes con manchas indeterminadas. Todo perfectamente acorde con el resto del lugar. Vamos a ver los baños comunes para toda la planta y discernimos que estaba diseñado por algún nostálgico de sus días por Auswitch, el tío no tendría muchas ganas de pensar y los copió tal cual. En fin, era suficiente, nos fuimos a cenar fuera sabiendo ya lo que nos esperaba.

Noche de viernes.... Nos divertimos lo suyo. Nos jampamos unas hamburguesas baratas antes de ir a la cama y tiramos para el Chelsea más tajaos que Wenceslao. El tema del acordeón lo resolvimos como a media tarde. Cuatro hostias bien dadas a la puerta y algún tío salío a abrir a los dos energúmenos slobodans que se encontró. A la camita, todos nuestros objetos con nosotros y a sobarla. Por la mañana empieza la acción y vemos que hay gente que se ducha (vaya par de huevos). Vistazo general a peña. Un polaco enorme cuarentón en tanga rodeado de latas de cerveza, un par de italianos y para qué ver más. A las 11 vino el encanto de recepción a largarnos porque era la hora del check out.

Nos arrastramos al super a por zumito de naranja y a reirnos un poco de la jugada. Nos sentamos en la acera a contemplar la belleza de Dublín más allá del antro que dejamos atrás. A todo esto nos viene un polaco todo moco a pedirnos pasta, y el tío nada más empezar decide que para qué hablarnos en inglés. Nos echa la chapa en slobodan y se queda tan pancho. En fin, para ser dos resacosos en una acera tomándonos unos zumos tuvimos la impresión de que aún nos quedaban varios pasos para tocar fondo. Nos fuimos a nuestro amado, limpio, organizado, modernizado y fastuoso hostel e hicimos el check in. Hemos sobrevivido a una noche en el Chelsea.

¡Qué razón tenías Elvis! I dont want to go to Chelsea.

PD: El viernes que viene nuestro hostel vuelve a estar lleno.

jueves, 11 de octubre de 2007

Busqueda a medio gas

Bien, decidimos ponernos serios, pasar a la accion, entrar en el mundillo de conseguir una casa.
Ilusos de nosotros, creiamos que le gente se desesperaba a la minima, y que no seria para tanto...
Conseguimos solo ir a ver una casa, y algunos telefonos mas que al final no nos cogieron. Lunes, martes, miercoles : casas visitadas = 1. La gente va a un ritmo de 3 o 4 .
La verdad es que la primera casa prometia:
Una casa con vistas a la playa

En una zona tranquila, lejos del centro y las habitaciones:
una doble, que tenia la caldera y el calentador en armarios,
una doble, que yo la dejaba en cuarto y mitad
y una simple que necesitaba calzador para meter al inquilino.

Al final una pinta de consuelo en un bar de pescadores y a "casa".

Otra fotillo molona.



Mas por venir...

Y ya va una semana.


Bueno, bueno, pues ya llevamos aquí una semanita entera y empezamos a ser irlandeses. Avances..... desde luego casa aún no, no hay quien pille nada. El hostel está lleno de gente como nosotros buscando y buscando. Nos juntamos todos a alguna hora y compartimos nuestras impresiones y experiencias fichando cuchitriles. Muchos también ya están buscando curro, algunos con éxito y otros no tanto. Yo tuve una entrevista ayer y no me fue mal, estoy esperando aún a que me llamen, todo se verá.

Curiosidades que hemos visto por Irlanda.... no tienen grifos para mezclar el agua fría y la caliente. Siempre son dos separados, primero te escaldas y luego te congelas los dedos, o al revés si te apetece variar. Algún día alguien me tendrá que explicar por qué. También hay una nueva raza de peña que vive en los baños a los que el Xavs les dedicará un post cuando pueda, gente muy curiosa. A los nuevos horarios de comida ya nos hemos acostumbrado. En los supermercados tienen comida caliente precocinada con la que se puede ir tirando en caso de emergencia, aparte de lo que te compres para cocinar. La bebida es carilla en general, desde el agua mineral, pasando por los zumos y acabando por la mala vida. En fin, el agua del grifo está bien, no es tanto problema.

En general Dublín parece un buen sitio para vivir. Es una ciudad entretenida y con encanto. No hay nada muy particular que ver, se disfruta la ciudad en cada calle. Difícil aburrirse.

domingo, 7 de octubre de 2007

viernes o te quedas?

Tercer dia: viernes.
Nos levantamos temprano con la sana intencion de hacer un poco de turismo.
Fuimos al museo arqueologico, recorriendo practicamente las mismas calles que el dia anterior (No habremos visto muchas calles, pero las que hemos visto, las hemos visto bien).

Pasamos por el Trinity college y nos agenciamos unos periodicos gratis. Entramos al campus y habia varios chiringos ofrenciendo cosas, uno de ellos cafe gratis. Por desgracia era de un grupo de algun rollo de hermandades cristianas y decidimos hacer voto de abstinencia.
El museo tambien era gratis :) y una visita guiada de 45 minutos cosataba 2 €.
Decidimos pagar cristianamente nuestro cafe y en la terraza de una cafeteria, generando esta extrafalaria imagen:





Esa guia fue el primer contacto duradero con la 'loco (local) people'.
Es increible la cantidad de españoles que hay por aqui. Es buen y mal rollo a la vez, ya que al fin y al cabo estar aqui es casi como estar en españa.

Interesante saber que la mayoria de los hallazgos arqueologicos de este pais fueron hechos por gente de la calle...
Uno plantando patatas, otro cazando conejos, el perro se metio en la madriguera y salio con un collar de oro, de un valor que la chica no quiso decir (-How much? -It's not for sale).

Nos fuimos a casa a comernos unas hamburguesas, ricas, ricas, y el Guille se fue a la entrevista con el carnicero/charcutero (a.k.a. recruiter). Olfateo la carne y le dio numero para el matadero la semana siguiente.

Al medio dia llegaron estos(Luial, Isma y Javi).
Dimos una vueltecilla, una pinta en un bar, y primer aviso para guille, que casi muere atropellado por un trolebus de esos ( Guille.vidas -= 1 ). El video me lo tiene que enviar el luial.

La noche empezo con botellon (exportando tradiciones) y luego desparrame por los bares.
Aqui empezamos a hablar con la gente en ingles. Evidentemente gracioso.

Por la mañana me levanto todabia chuzo y me doy cuen de que he perdido la llave de los candados de mis maletas :o .

Y justo llegaban Braulio y Ruben. Y claro, como no, venian con intencion de tomar una pintas... Mis tripas se revolvieron, pero resulto ser buena idea.

Llega la tarde y claro, yo con el sindrome del gallumbo madalena. Sin maletas, sin nada, habiendo dormido poco y mal, con resaca.
Menos mal que hay una hardware store por aqui en la que el tendero acepto usar su cizalla para cortar los candados for free.

Por la tarde,
caminando sin alarde,
en pos de las birras baratas
y las risas insensatas,
tratando sin tiento
de aguantar aun sin aliento
hasta el ultimo momento.

ok ok ya paro, es que me ha venido el venazo.

Al final acabamos otra vez en temple, aunque esta vez, tras ser inducidos poco a poco por la red de bares mas baratos de los alrededores.

Esto es mas o menos como Spain, pero aqui beber una copa es de maricas( es casi una coca cola )
y todo cierra antes. Por lo demas, uno de cada cuatro es español, y apenas hay irlandeses.

Este dia me prometi que seria el ultimo dia de desparrame hasta el fin de semana siguiente. Nada mas alejado de la realidad.

Primeros pasos.


Llega el segundo día. Misión: Agenciarse unos móviles y empezar a explorar la zona. ¿Qué se esconde por esas calles que por ahora solo hemos visto de noche? Suena el despertador y ya te encuentras con 11 tíos a tu alrededor sobando en sus crisálidas y la boca algo sequilla. La noche anterior ya habíamos dado la primera vuelta, probado la Guinness y conseguido algo de información. Ahora tocaba contrastarla con la realidad.

Desayuno... incluido en la noche del hostel. Por supuesto no eran unas baked beans con salchicas y unos huevos fritos a lo puramente irlandés; pero bueno, a falta de pan buenas son tortas. Pan de centeno con mantequilla y mermelada, café soluble o té y zumo de pomelo. Todo rodeado de caras de todos los países y colores pero todos con las mismas legañas y facetos de sobado. Se dejaba comer y el zumo de pomelo era mano de santo para solucionar los efectos secundarios matutinos del bourbon.

Empezamos a movernos. ¿Y cómo es la lluviosa y oscura Irlanda a la que nos hemos mudado? Pues de primeras nos encontramos un cielo azul pristino y una temperatura perfecta. Una maravilla comparada con la tormenta infernal madrileña que vino a despedirnos. En fin, mejor no acostumbrarse porque seguro que las cosas se tuercen pronto.

La primera incursión en las calles de Dublín te trae una inminente duda a la cabeza: ¿de dónde ha salido toda esa peña? Las aceras son anchísimas y aún así casi no cabes. Los edificios no pasan de las cuatro plantas, así que... ¿acaso la vivienda aquí se ha puesto tan tensa que la gente ya habita las alcantarillas? Aparte de eso, por supuesto una de las cosas que más te sorprende es que todo el mundo vaya en dirección contraria y se apañen. Las aceras están plagadas de carteles diciéndote hacia donde debes mirar antes de cada semáforo, aunque todo el mundo cruza por donde puede y cuando puede, así que lo de los pasos de cebra es más un adorno. Al final acabas cruzando mirando para todos lados y sobre todo teniendo cuidado con los autobuses de dos plantas que van mangados completando sus colecciones de cromos continentales. Si te parece poco entretenido aún queda sumar los tranvías a la ecuación urbana, esos fantásticos mata-turistas. Pasear por aquí no es aburrido.

Tras un agradable garbeo llegamos a la calle comercial. Echamos un ojo a las tiendas de móviles para comparar operadores y de paso a las tiendas de ropa para comparar precios. Nada muy diferente al elenco madrileño, tienes tus gangas, tus cosas dentro de la media y alguna sajada acechante. Al rato estábamos de vuelta al hostel configurando nuestros nuevos teléfonos y comiendo algo. El centro de Dublín ya es algo conocido y aprueba con honores. Este país tiene mucho que ofrecer.

jueves, 4 de octubre de 2007

Inicios


Creo que una muestra de lo que va a ir pasando fue el viaje en avion.
Se suponia que salíamos a las 18:30... pero no fue asi.

Nos dijeron que se iba a retrasar el vuelo porque se habia roto un cristal de cabina por cambios de presion y no se que, que en 30 minutos saliamos (¿te lo crees?). Bueno hasta ahi, todo bien, su tactica funciono, nadie se exalto, todo el mundo volvio a aposentar su culo donde malamente pudo.

La parte graciosa fue cuando tras 1:30 de retraso, anuncia el mendas que teniamos delante que se cambiaba la puerta de embarque ¿¡!? a la puerta B1.
Todo el mundo en estampida hacia la susodicha puerta. Al llegar al cartel, la flecha señalaba algo asi como una tapia de madera tras la que habia obras, y ahi se acababa el pasillo puesto que habia un control.

120 semblantes mostrando el pantallazo azul. La gente (nosotros durante 3 minutos tambien) parecia tener el reloj de arena encima de sus cabezas y sus caras motraban algo asi como "Se ha producido una excepcion grave en 0Xaf132bba123. El sistema intentara recuperarse ....."
El caso es que parecio ser otra maniobra de distraccion...

Cuando pasaron las 2 horas de retraso, tienen que darte tickets de comida. Asi lo reclamamos y ellos volvieron a esquivar las balas( la gente empezaba a estar muyyy irritada, haciendo numeritos y corrillos con la ¿pobre? chica del mostrador) diciendo que embarcabamos ya y reteniendonos 30 minutos en un pasillo mas alla de la puerta de embarque.

A todo esto, nosotros, con una sonrisa en la cara, pues no teniamos mucha prisa y si mucho bourbon... Sobran las palabras.

Al final todo bien, resumiendo llegamos una pinta y pa casa.